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Los comienzos de la década de 1970 están marcados por los esfuerzos de los clubes emblemáticos de la ciudad por realizar partidos extraordinarios y amistosos con equipos profesionales (Universidad de Chile, Universidad Católica, Unión Española v/s combinados locales), eventos que generaban el interés público, y que fogueaban a los jugadores y técnicos locales, los que paralelamente mantenían la competencia AFA y el interés por conformar las selecciones locales amateur.
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El contexto económico de la época, fue propicio para que empresas ligadas a la zona industrial ariqueña (armadurías de vehículos, electrónicas e industrias pesqueras) diversificaran el panorama de equipos y su competencia (p.ej. Escuadras de Geloso Socoven, Citroen, General Motors, Metalúrgica, Empresa Portuaria, Pesquera Coloso, Guanaye, Indo, entre otras). Este panorama fortaleció a la Liga Deportiva de Empleados creada en la década anterior, así como otras asociaciones (Liga Andina de Fútbol, Morro, Once de Septiembre, Cerro la Cruz) que abrieron espacios paralelos a la AFA en la realización de campeonatos de alta y buena calidad competitiva.

El camino hacia la profesionalización llevó a que a comienzos de los 70 se constituyeran academias de fútbol creadas con el objetivo de trabajar divisiones menores de futbolistas. En este marco destaca la academia San Juan (1974) que realiza giras hacia el extranjero (Europa), hecho que fue replicado a nivel regional por otras academias de fútbol (Carlos Dittborn, Brasil, Arica Portuario).

Siguiendo este camino, a nivel técnico destacan los cursos desarrollados por entrenadores locales tendientes a perfeccionar los conocimientos en la formación del fútbol menor a nivel ariqueño, cuestión que marcó los cimientos para que cursos impartidos por la Federación de Fútbol de Chile concentraran su interés en ser dictados en regiones hacia fines de la década de 1970.

En 1978, se crea el Club de Deportes Arica (CDA) concretando el viejo anhelo de dirigentes, técnicos y organizaciones de fútbol local de tener un representante ariqueño en el fútbol profesional.

Los primeros años de profesionalización del fútbol, trajeron consigo la llegada de técnicos de nivel nacional que mantuvieron un cierto vínculo con entrenadores locales, situación que permitía una repercusión positiva en los clubes amateur. De la misma manera los cuerpos técnicos del CDA fueron conformados por expertos locales, así como también los planteles futbolísticos eran alimentados por jugadores provenientes del fútbol amateur. Con la consolidación del fútbol profesional, el espacio de influencia del fútbol amateur quedó restringido a su participación en circuitos futbolísticos menores ligados a la tradicional AFA y otras asociaciones.

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